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El ictus es la primera causa de muerte en mujeres y la segunda en hombres. También es la principal causa de dependencia en adultos.

El ictus es la primera causa de muerte en mujeres y la segunda en hombres. También es la principal causa de dependencia en adultos.

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Vivir después de un ictus
Objetivos de la campaña

Atender a las personas que han sufrido un ictus en algún momento de su vida, así como a sus familias, contribuyendo a mejorar su calidad de vida, promoviendo su autonomía y fomentando su desarrollo psicosocial en Cataluña.

Descripción

En Cataluña, el ictus es la primera causa de muerte en mujeres y la segunda en hombres. Cada año supone 13.000 ingresos hospitalarios y provoca cerca de 4.000 defunciones. Aunque afecta sobre todo a personas mayores, más de 1.300 casos anuales se dan en menores de 55 años. Además, un 13% de quienes lo padecen fallecen, y casi un 45% sobrevive con algún tipo de discapacidad —física, sensitiva, cognitiva, del habla o de la comprensión—, lo que tiene graves repercusiones en su calidad de vida.  

La Fundación Ictus a través del proyecto VIVIR DESPUÉS DE UN ICTUS atiende a las personas que han sufrido un ictus con secuelas de discapacidad o dependencia ya sea temporal o permanente. Impulsamos acciones dirigidas a mejorar su calidad de vida, fomentar su autonomía y apoyar su bienestar psicosocial.

El proyecto impulsado por la Fundación Ictus se desarrolla en colaboración con 4 asociaciones de pacientes de ictus de Barcelona, ​​Lérida, Gerona y Tarragona, y complementa los servicios públicos en toda Cataluña.

El proyecto actúa en un momento clave: cuando la persona recibe el alta hospitalaria. Acompañamos tanto a la persona que ha sufrido el ictus como a sus familiares durante el proceso de rehabilitación y de adaptación a la nueva situación de discapacidad. 

El ictus puede afectar a la capacidad de moverse, hablar, razonar o relacionarse con el entorno. Según sea el área del cerebro que se lesiona después del ictus, podemos tener dificultades para movernos, para mantener el equilibrio, para hablar, para pensar o sentir. Nuestro cerebro controla todas estas funciones, y su daño puede ser muy limitante. Por eso, es fundamental ofrecer un acompañamiento profesional.

Actividades
  • Información y orientación personalizada

  • Atención psicosocial

  • Rehabilitación y estimulación

  • Sensibilización social sobre el ictus

¿Quién se beneficiará?

El proyecto beneficia a 590 personas afectadas por un ictus, y a 1475 personas familiares y/o cuidadoras.

Más información y enlaces