Prevenir la malnutrición y la propagación de enfermedades debido a la bajada de producción y el aumento de los precios.
Una invisible crisis humanitaria tiene como escenario la cuenca del lago Chad. El conflicto que empezó hace más de siete años entre Boko Haram y los militares que intentan combatirlo ha destruido pueblos enteros, carreteras, fuentes de agua, centros de salud y escuelas. Las familias se han quedado sin poder cultivar o comprar comida debido a la subida desmesurada de los precios.
Los niveles de inseguridad alimentaria y malnutrición se han vuelto alarmantes. 6,3 millones de personas se están quedando sin alimentos y casi medio millón de niños menores de 5 años está malnutridos. En el noreste de Nigeria ya hay 65.000 en situación de hambruna, es decir, sin nada para comer. La gente necesita urgentemente comida, agua, medicinas, refugio y protección.
La violencia y la inseguridad dificultan el trabajo de las ONG en un contexto en el que se han detectado niveles alarmantes de violencia sexual, violaciones de derechos humanos y reclutamientos forzosos, incluso entre menores.
Distribuir plásticos para construcción de tiendas.
Proporcionar agua potable para evitar que se propaguen enfermedades.
Facilitar el acceso a necesidades básicas.
Con 2.000€ se suministrará 70.000 litros de agua a 300 personas afectadas por la hambruna en la región del Lago Chad.
Kubi puede morir de hambre (vídeo)
En respuesta a esta terrible situación humanitaria, Oxfam ha proporcionado ayuda a 250.000 personas desde mayo de 2014. Actualmente Oxfam esta trabajando en tres de las aéreas más afectadas y para ayudar a 1,5 millones de personas para diciembre de 2017. La actuación va dirigida a las personas desplazadas pero también a las comunidades que las están acogiendo.
